Honestidad, 
trabajo duro, 

planificación a largo plazo.

Moisés Khafif Z´L

Que tu alma siga subiendo cada vez más alta.

La vida de Moisés Khafif Z´L ha sido un ejemplo de resiliencia para sobreponerse a las circunstancias que se le presentaron; con esfuerzo y tenacidad fue logrando todos los objetivos que se propuso.
Nació en la ciudad de Alepo, Siria el 13 de agosto de 1931. Sus padres fueron Isaac Khafif e Ivette Mazal Sued y sus hermanos Menahem, Edmond y Jacques. Vivían en un edificio de cinco pisos, que compartían con el resto de la familia Khafif. Allí en el primer piso la familia de Moisés tenía un departamento de 500 metros cuadrados, que era el punto de reunión para encuentros y celebraciones de la familia.
En su infancia en Alepo fue a la escuela de la sinagoga sefardí (conocida como Ketab) hasta 1947. A los 16 años, él y su familia tuvieron que emigrar buscando un entorno de paz y seguridad. En esta búsqueda, estuvieron dos semanas en Beirut y luego viajaron a Teherán, donde permanecieron más de un año, y donde Moisés continuó su educación en el colegio de la sinagoga local. Allí vivieron en un edificio de la calle Shavareza.
Luego Moisés viajó con su hermano Menahem a Ginebra, en Suiza donde terminó sus estudios secundarios bajo el cuidado y patrocinio de Elie Safra, viajando luego a Londres donde realizó sus estudios universitarios en London School of Economics. Se graduó en 1954 a los 23 años como Actuario, carrera hoy mejor conocida como Contador, costeándose los estudios con su propio esfuerzo. Fue en Londres donde conoció a Edmond Safra; y en uno de sus viajes y acordaron que Moisés comenzaría a trabajar para Grupo Safra São Paulo.
En 1954 viajó a Brasil con 23 años, donde vivió hasta 1962. Durante los 2 primeros años vivió con su hermano Menahem en un departamento ubicado sobre la Avenida São João. Allí, Moisés inició su carrera profesional, transformándose gracias a su capacidad profesional, en representante a nivel regional para Trade Development Bank y Republic National Bank of New York, esa función la desempeñó alrededor de 30 años junto a Edmond Safra.
En junio de 1956 llegaron a Brasil su madre y sus otros dos hermanos, Edmond y Jacques y se mudaron juntos a una residencia en la Avenida Angelica. A inicios de 1957 también llegó a Brasil su padre Isaac Khafif, que meses más tarde fallecería, en agosto de 1957.
En 1962, en uno de sus viajes a Buenos Aires, conoció a Gloria Btesh quien fue su esposa y compañera por el resto de sus días. Formó una familia de cuatro hijos: Ivette, Isaac, Edgard y Elena, diez nietos y varios bisnietos. El amor y la admiración de su familia fue siempre su sostén; el bienestar de ellos, uno de los mayores anhelos y logros de su vida.
En 1969 se estableció definitivamente en Argentina y comenzó a explorar el mercado de Real Estate. Después de varios negocios exitosos, en 1982 compró la compañía Red Argentina de Grandes Hoteles S.A. de Intercontinental Hotel Group USA, con un terreno ubicado en las calles Arenales y Maipú comenzando así la historia de la empresa fundada por él: RAGHSA S.A. Durante su trayectoria, RAGHSA se convirtió en una de las más importantes compañías de desarrollo y comercialización del mercado corporativo de oficinas y de inmuebles residenciales de alta gama en la ciudad de Buenos Aires.
Las obras construidas por la RAGHSA siempre fueron icónicas y han marcado un rumbo dentro del patrimonio edilicio de la ciudad. Moisés, siempre a la vanguardia de nuevos desafíos, creo la marca Le Parc para torres residenciales de alta gama, con un estilo de sobria elegancia, máxima calidad y conceptos no vistos en Buenos Aires. La torre Le Parc Residencial Tower fue por muchos años la más alta de Sudamérica y la primera en Argentina con amenities y servicios exclusivos para sus habitantes.
Su espíritu emprendedor también lo llevo a otros mercados, incursionando en Punta del Este, Uruguay y en el mercado norteamericano.
Los pilares de su vida se pueden resumir en tres palabras: honestidad, trabajo y planificación a largo plazo. Sus estrategias comerciales eran certeras, ya que su conocimiento del mercado le permitía tomar decisiones adecuadas, pues evaluaba sus probabilidades y se esforzaba por cumplir sus metas.
Su compasión, compromiso con su religión y las tradiciones, lo llevó a transformarse en un gran benefactor de la comunidad, estando siempre presente y con constante apoyo económico y espiritual, transformándose en baluarte de los que más lo necesitan.
Hoy todos lo recordamos como lo que fue: un hombre íntegro, esforzado, generoso, un excelente esposo y mejor padre; y por sobre todas las cosas una gran persona. Su ausencia es muy difícil de suplir, pero los que continuamos su legado lo evocamos y su ejemplo nos guía por el camino por él trazado.

Moisés Khafif

Que tu alma siga subiendo cada vez más alta.

La vida de Moisés Khafif ha sido un ejemplo de resiliencia para sobreponerse a las circunstancias que se le presentaron, con esfuerzo y tenacidad fue logrando todos los objetivos que se propuso.
Nació en la ciudad de Alepo en Siria, el 13 de agosto de 1931, en un país cuya religión no era la que él profesaba.  Sus padres fueron Isaac Khafif e Ivette Mazal Sued y sus hermanos Menahem, Edmond y Jacques. Vivian en un edificio de cinco pisos, que compartían con el resto de la familia Khafif. Allí en el primer piso la familia de Moisés tenía un departamento de 500 metros cuadrados, que era el punto de reunión para encuentros y celebraciones de la familia. 
En su infancia en Alepo fue a la escuela de la sinagoga sefardí hasta 1947, año en que se declara el estado de Israel y con 16 años, él y su familia tuvieron que emigrar buscando un entorno de paz y seguridad. En esta búsqueda, estuvieron dos semanas a Beirut y luego viajaron a Teherán, donde permanecieron más de un año, y donde Moisés continuó su educación en el colegio de la sinagoga de los judíos iraquíes. Allí vivieron en un edificio de la calle Shavareza.
Luego Moisés viajó con su hermano Menahem a Ginebra, en Suiza donde terminó sus estudios secundarios bajo el cuidado de Elie Safra, viajando luego a Londres donde realizó sus estudios universitarios en London School of Economics. Se graduó a los 23 años como Actuario, carrera hoy mejor conocida como Contador, costeándose los estudios con su propio esfuerzo.
En 1954 viajó a Brasil con 23 años, donde vivió hasta 1962. 
Durante los 2 primeros años vivió con su hermano Menahem en un departamento ubicado sobre la Avenida San Joa. Allí, Moisés inició su carrera profesional, transformándose gracias a su capacidad profesional, en representante a nivel regional de un Banco Internacional, dicha función la desempeño alrededor de 30 años junto a Edmond Safra.
En junio de 1956 llegan a Brasil su madre y sus otros 2 hermanos, Edmond y Jacques y se mudan juntos a una residencia en la Avenida Angelica. Ese mismo año, el 26 de junio fallece su hermano Menahem. 
A inicios de 1957 también llega a Brasil su padre Isaac Khafif que meses más tarde también fallece, en agosto de 1957. 
En 1962, en uno de sus viajes a Buenos Aires, conoció a Gloria Btesh quien fue su esposa y compañera de vida por el resto de sus días. Formó una familia de cuatro hijos: Ivette, Isaac, Edgard y Elena, diez nietos y seis bisnietos. El amor y la admiración de su familia fue siempre su sostén; el bienestar de ellos, uno de los mayores anhelos y logros de su vida.
Desde entonces se estableció definitivamente en Argentina comenzando a explorar el mercado del Real Estate, fundando en junio de 1969 su empresa RAGHSA, la que actualmente es una de las más importantes del mercado corporativo y de inmuebles residenciales de alta gama en la ciudad de Buenos Aires.
Las obras construidas por la empresa son icónicas y han marcado un rumbo dentro del patrimonio edilicio de la ciudad.  Las Torres Le Parc han sido pioneras dentro de los inmuebles residenciales marcando un estilo de sobria elegancia y confort para quienes los habitan.
Su espíritu emprendedor también lo llevo a otros mercados, y fue así como incursionó con las Torres Le Parc en Punta del Este, en el vecino país de República Oriental del Uruguay y en el mercado americano con One Union Square South Luxury Apartments.
La característica de su vida se puede resumir en tres palabras: honestidad, trabajo y planificación a largo plazo. Sus estrategias comerciales eran certeras, ya que su conocimiento del mercado le permitían tomar decisiones adecuadas, pues sopesaba sus habilidades y se esforzaba por cumplir sus metas.
Su compasión, compromiso con su religión y las tradiciones, lo llevó a transformarse en un gran benefactor de la comunidad, siempre presente y con constante apoyo económico y espiritual, transformándose en baluarte de los que más necesitan.
Hoy todos lo recordamos como lo que fue: un hombre íntegro, esforzado, generoso y por sobre todas las cosas una gran persona. Su ausencia es muy difícil de suplir, pero los que lo continuamos lo evocamos y su ejemplo nos guía por el camino por él trazado.

Honestidad, 
trabajo duro, 

planificación a largo plazo.